La proliferación de promotoras inmobiliarias más locales también está ayudando al negocio inmobiliario, ya que la situación en cuanto a stock es crítica: en apenas doce meses Madrid y Barcelona podrían agotar su oferta de vivienda de obra nueva.
Si bien las grandes promotoras inmobiliarias están intentando dominar el mercado en este ciclo inmobiliario, las medianas empresas especializadas en residencial también buscan su hueco. Es el caso de Atomiun, propiedad de OAHP Factory, que acaba de invertir 2,6 millones de euros en levantar una promoción residencial en el barrio de Tetuán y se prepara para poner en marcha siete proyectos más en lo que queda de año.
Residencial Porfirio está compuesta por 13 viviendas de entre 42 metros cuadrados y 83 metros cuadrados. El edificio estará ubicado a escasos metros de la Calle Marqués de Viana y a cinco minutos de Bravo Murillo y Sor Ángela de la Cruz. La finalización de Residencial Porfirio está prevista para finales de 2019.
Atomiun tiene previsto desarrollar sus promociones en el área metropolitana de Madrid, en zonas de la capital altamente demandadas por familias e inversores. Atomiun, además de Porfirio, también tiene en marcha otra promoción más en Madrid, bautizada por la promotora como Residencial Bascones.
La promotora se puso en marcha a principios del año 2000 con el objetivo de ofrecer asesoramiento, gestión y administración a empresas del sector inmobiliario. Ahora, la compañía también ha reforzado su apuesta por la promoción inmobiliaria. “Tenemos una clara orientación al cliente, poniéndolo en el centro de los proyectos, algo que exige el nuevo ciclo inmobiliario”, sostienen desde el grupo.
Atomiun tiene previsto desarrollar siete promociones más en 2018
Falta de producto
La proliferación de promotoras inmobiliarias más locales también está ayudando al negocio inmobiliario, ya que la situación en cuanto a stock es crítica. Si la demanda mantiene su ritmo actual, en apenas doce meses Madrid y Barcelona podrían agotar su oferta de vivienda de obra nueva. Sólo en los dos últimos años, las dos ciudades han reducido más de un 90% su stock.
En este sentido, el alto interés de los potenciales compradores de vivienda en España ha generado que la demanda residencial ya iguale al de la construcción, con el consecuente impacto en el precio de los pisos.
Actualmente, Madrid y Barcelona han registrado un repunte del 7% y el 10%, respectivamente, pero si se mantiene la escasez de producto nuevo, la subida puede ser aún mayor en los próximos años.
En Madrid, la reducción del stock residencial desde 2016 alcanza el 94%, mientras que en Barcelona se sitúa en el 90%. En la capital española, por ejemplo, de las 5.547 viviendas que había registradas en el censo de hace dos años, sólo restan por vender 346. En la ciudad catalana, la situación es pareja: de 2.793 unidades, quedan por comercializar 289.
Por su parte, en cuanto a la nueva vivienda, existen 5.973 inmuebles en construcción en los últimos dos años en Madrid, aumentando la oferta hasta las 6.319 viviendas. La cifra parece insuficiente para el mercado actual, a pesar de que el stock creciera un 16% desde 2016. En Barcelona, las grúas levantarán 3.312 nuevas unidades para mejorar el stock un 29%, con respecto a hace 24 meses, y fijar la oferta total de obra nueva en la capital catalana en 3.601 viviendas.